Muchas veces como cristiano siento que somos bastante mal agradecidos con uno de los mayores regalos de Dios para el hombre. Su Palabra. No pretendo referirme a la forma más evidente de ingratitud, la cual es ignorarla al no dedicarle suficiente tiempo a su lectura y estudio. Para todos es bien claro, al menos en la teoría, que es supremamente necesario amar la Biblia como el libro más sagrado de todos. Buscar la sabiduría que solo se adquiere al asimilar los principios de vida que en ella se encierran.
Lo que sí me parece un poco menos evidente en el conciente colectivo de los hijos de Dios, es lo aventurados que somos para llegar a conclusiones de índole espiritual con solo tomarnos unos minutos de lectura. Veamos si me puedo explicar. Yo tengo la opinión que estamos viviendo una de las épocas más individualistas de nuestra humanidad, al menos de la cultura occidental. Estamos acostumbrados a querer buscar el placer de una manera casi instantánea. La tecnología ha sido un motor que ha impulsado esta actitud. Cada vez nos resulta más sencillo obtener cosas que antes tomaban muchísimo esfuerzo. Y no digo que esto este mal; tampoco voy a pretender que nos devolvamos a la era prehistórica. Pero pareciera que la exigente rápidez de nuestra sociedad en repetidas ocasiones la queremos trasladar al ámbito espiritual.
Todos pasamos por situaciones difíciles que prueban nuestra permanencia en el Señor. Cuando estamos en esos momentos de prueba queremos buscar refugio en Dios lo cual es la actitud correcta, y siempre idónea. Entonces abrimos la Biblia para ver que "nos habla Dios". Algunos se preguntaran porque entrecomillo esta frase. No, no estoy siendo hereje. Yo creo al igual que usted que Dios nos habla a travez de su Palabra. ¿Entonces a qué me refiero? Me refiero a que creo que habemos cristianos que muchas veces queremos respuestas rápidas y super mega extra personalizadas que nos haga sentir como si Dios hubiera acomodado los versículos para nosotros. Es ahí donde creo que la Palabra es tratada como un tipo de bolita de cristal ya que se sacan pasajes de la Biblia totalmente fuera de su contexto.
Estaba leyendo Lucas 4 donde se relata como Jesús es llevado al desierto para ser tentado por Satanás. Cuando uno lee la última tentación, ¿qué utiliza Satanás para tentar a Jesús? La misma Palabra de Dios: "porque escrito está...". Evidentemente Satanás es el padre de la mentira y utiliza de una manera torcida las escrituras para querer hacer caer al Hijo de Dios. Todos conocemos el descelance de esta historia; que Jesús teniendo un panorama más amplio de las escrituras no podía ser engañado al querer aislar un pasaje en específico usado de manera perversa.
A veces también sucede que como parte del afán de querer todo de manera instántanea, cuando leemos algo en la Biblia que no entendemos porque nos parece contradictorio a lo que hemos aprendido como un principio de toda la vida, somos rápidos para juzgar a Dios, claro que de manera interna porque no estamos acostumbrados a ser abiertos en estas dudas por temor a parecer poco espirituales, sin tomarnos el tiempo de dedicarle un estudio exhaustivo para tratar de entender el contexto en el cual se enseña algo.
La Biblia es un gran libro que nos enseña muchas cosas que se pueden asimilar de manera sencilla (leche espiritual), pero hay otras verdades que necesitan mayor procesamiento digestivo (la famosa carnita o vianda). Pero como a veces probamos la leche, queremos que toda la Palabra de Dios se pueda digerir como lechita. Tenemos que desarrollar paciencia y espera como hijos de Dios. A veces nos tocará no entender algo que se revela en la Palabra Dios y simplemente confiar en El hasta que podamos dar otro paso en nuestro desarrollo espiritual.
Lo que sí me parece un poco menos evidente en el conciente colectivo de los hijos de Dios, es lo aventurados que somos para llegar a conclusiones de índole espiritual con solo tomarnos unos minutos de lectura. Veamos si me puedo explicar. Yo tengo la opinión que estamos viviendo una de las épocas más individualistas de nuestra humanidad, al menos de la cultura occidental. Estamos acostumbrados a querer buscar el placer de una manera casi instantánea. La tecnología ha sido un motor que ha impulsado esta actitud. Cada vez nos resulta más sencillo obtener cosas que antes tomaban muchísimo esfuerzo. Y no digo que esto este mal; tampoco voy a pretender que nos devolvamos a la era prehistórica. Pero pareciera que la exigente rápidez de nuestra sociedad en repetidas ocasiones la queremos trasladar al ámbito espiritual.
Todos pasamos por situaciones difíciles que prueban nuestra permanencia en el Señor. Cuando estamos en esos momentos de prueba queremos buscar refugio en Dios lo cual es la actitud correcta, y siempre idónea. Entonces abrimos la Biblia para ver que "nos habla Dios". Algunos se preguntaran porque entrecomillo esta frase. No, no estoy siendo hereje. Yo creo al igual que usted que Dios nos habla a travez de su Palabra. ¿Entonces a qué me refiero? Me refiero a que creo que habemos cristianos que muchas veces queremos respuestas rápidas y super mega extra personalizadas que nos haga sentir como si Dios hubiera acomodado los versículos para nosotros. Es ahí donde creo que la Palabra es tratada como un tipo de bolita de cristal ya que se sacan pasajes de la Biblia totalmente fuera de su contexto.
Estaba leyendo Lucas 4 donde se relata como Jesús es llevado al desierto para ser tentado por Satanás. Cuando uno lee la última tentación, ¿qué utiliza Satanás para tentar a Jesús? La misma Palabra de Dios: "porque escrito está...". Evidentemente Satanás es el padre de la mentira y utiliza de una manera torcida las escrituras para querer hacer caer al Hijo de Dios. Todos conocemos el descelance de esta historia; que Jesús teniendo un panorama más amplio de las escrituras no podía ser engañado al querer aislar un pasaje en específico usado de manera perversa.
A veces también sucede que como parte del afán de querer todo de manera instántanea, cuando leemos algo en la Biblia que no entendemos porque nos parece contradictorio a lo que hemos aprendido como un principio de toda la vida, somos rápidos para juzgar a Dios, claro que de manera interna porque no estamos acostumbrados a ser abiertos en estas dudas por temor a parecer poco espirituales, sin tomarnos el tiempo de dedicarle un estudio exhaustivo para tratar de entender el contexto en el cual se enseña algo.
La Biblia es un gran libro que nos enseña muchas cosas que se pueden asimilar de manera sencilla (leche espiritual), pero hay otras verdades que necesitan mayor procesamiento digestivo (la famosa carnita o vianda). Pero como a veces probamos la leche, queremos que toda la Palabra de Dios se pueda digerir como lechita. Tenemos que desarrollar paciencia y espera como hijos de Dios. A veces nos tocará no entender algo que se revela en la Palabra Dios y simplemente confiar en El hasta que podamos dar otro paso en nuestro desarrollo espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario